#8 Aprender juntos a hacer las cosas solos: cooperativo y ABP
- Alba Gómez
- 7 ene 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 7 ene 2019

Aprendizaje cooperativo. Estoy muy segura que no es aquello a lo que nos han tenido acostumbrados siempre en la escuela. Aquello a lo que llaman trabajo en grupo y que tanto tememos cuando lo nombran.
Estamos acostumbrados a trabajar de manera individual y cuando escuchamos las palabras: tenéis que hacer un trabajo en grupo; parece que se nos cae el mundo encima. Este tipo de trabajos al final siempre terminamos haciéndolos con el grupo de amigos que nosotros elegimos y dividiendo el trabajo, haciendo cada uno una parte, con distintas formas de trabajar y redactar, y pegándolos sin sentido antes de entregarlo al profesor. Está claro que esto no es aprendizaje cooperativo.
El aprendizaje cooperativo se basa en formar grupos en los que cada uno de los docentes tenga un rol y pueda explotar sus habilidades, supliendo sus flaquezas con las destrezas de los demás compañeros del grupo. De esta manera se lleva a cabo un trabajo en que todos participan en el mismo momento y tienen un objetivo común, desarrollando así competencias personales y habilidades sociales, además de aprender.
Estos equipos pueden ser homogéneos o heterogéneos, dependiendo de si se van a mantener durante periodos cortos o largos de tiempo, respectivamente. Además, en la formación de estos grupos es muy importante la colocación de los alumnos, para que ninguno de ellos se sienta excluido ni se aburra durante la realización del trabajo. Esta colocación debería seguir el esquema que se muestra en la siguiente figura:

Una forma cada vez más frecuente de poner en práctica el trabajo cooperativo es el ABP, o Aprendizaje Basado en Proyectos. En este tipo de metodología los alumnos tienen que realizar un proyecto de duración variable en el que tienen que aportar una solución a un problema real. Este tipo de proyectos están teniendo una gran importancia dentro de las aulas ya que permiten relacionar contenidos de diferentes asignaturas y proporcionan al alumnado un aprendizaje significativo ya que son ellos mismos los que se enfrentan a los problemas que puedan ir apareciendo.
Realmente veo complicado utilizar esta metodología en clase ya que requiere mucho tiempo de preparación para conseguir que los contenidos del programa se puedan ver con el proyecto a realizar, pero también tengo que reconocer que me parece maravilloso que los alumnos se puedan enfrentar a este tipo de retos y colaboren entre ellos.
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