#6 Ciencias virtuales
- Alba Gómez
- 6 ene 2019
- 3 Min. de lectura

Poniendo al día el blog es el momento de hablar de una clase que tuvimos hace unas semanas, en la que nuestro profe habitual no pudo venir y, a cambio, nos trajo a Manuel, un experto en nuevas tecnologías en la docencia. He de confesar que no me quedé a esa clase, pero tiene una explicación: un par de días antes había asistido a una charla de más duración de esta misma persona y sobre el mismo contenido, por lo que puedo hablar de ello igual de bien!
Creo que lo primero que tengo que admitir es cómo me alucinó ver a esa persona manejar y conocer tantas tecnologías cuando yo apenas se utilizar lo más sencillo. Pero entrando en materia, voy a hablaros un poquito de algunas cosas que nos enseñó.
Para nuestra futura profesión se necesita tener mucha voz y en muchos casos se acaba con dolor de garganta o afónicos. ¿Y si pudiésemos hablar alto sin necesidad de forzar la voz? ¿La solución? Un micrófono especial enganchado al cuello que proyecta la voz hacia un altavoz colocado al final de la clase. ¿A que mola? Pues esperad a ver el resto!
Nos estuvo hablando sobre un montón de tipos de pizarras digitales y distintos programas que podíamos utilizar para explicar alguno de los contenidos que nos tocará impartir. Todos estos programas los manejaba únicamente con una mini pizarra portátil, como si fuese una Tablet, en la que iba escribiendo y desde la que controlaba el cursor en la pantalla.
También probamos en nuestras propias carnes un examen un tanto diferente. Con una aplicación del móvil que nos descargamos en ese momento, nos salía en nuestras pantallas un examen muy sencillo que Manuel traía preparado de casa, y podíamos contestar a las preguntas como si estuviésemos en un programa en la tele y tuviésemos que votar a nuestro candidato favorito.
Pero, sin lugar a dudas lo que más me llamó a atención fue la realidad virtual y la realidad aumentada. Sobre todo porque pensaba que estas dos cosas eran lo mismo, pero no.
En la realidad virtual estás completamente inmerso en este ambiente artificial sin ver nada de lo que hay en el exterior, por lo que se trata de una inmersión sensorial completa. Para ello se suelen utilizar gafas de realidad virtual. Por el contrario, la realidad aumentada consiste en incorporar elementos virtuales o artificiales en un entorno real a través de dispositivos electrónicos.
En esta clase hemos visto algunos ejemplos que me parecen increíbles. Por ejemplo, utilizando un marcador, como puede ser un esqueleto impreso en un folio, el dispositivo electrónico lo reconoce y te hace la simulación de un cuerpo humano de verdad. Puedes verlo desde todos los ángulos e ir avanzando por el interior del cuerpo para ver todos los órganos y huesos. Os dejo aquí este vídeo como ejemplo, por si queréis echarle un vistazo!
Sinceramente, esta tecnología me parece una pasada. Sobre todo por la gran cantidad de oportunidades que nos brinda como futuros profes de física y química, ya que son asignaturas en las cuales muchos conceptos son abstractos y los alumnos tienen dificultades para comprender.

Si se impartiesen clases con este tipo de actividades seguro que tendríamos muchos más alumnos y alumnas que no considerarían “raritos” a aquellos que les gustan las ciencias. Y, lo más importante, fomentaríamos más futuros científicos. ¿A qué esperamos entonces?
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